La vida de un deportista de elite diabetico es igual que la de otro deportista de élite. Tengo mis controles, he de mirar el azúcar antes de jugar y de los entrenamientos, pero lo llevo con naturalidad. Yo animo a la gente que la padece porque es una enfermedad muy llevadera si te cuidas. Llevo siempre mis bolis para pincharme y el parche para medir el azúcar, porque al final es mi salud. Antes de los partidos y los entrenamientos me testo porque a lo que más miedo tenemos es a un bajón de azúcar por el deporte. Si te encuentras mareado, te tomas un sobre de lo que lleven los doctores o algo de fruta. Me di cuenta de que padecia diabetes con cuatro años porque bebía mucho agua e iba bastante al baño a orinar. Mis padres se extrañaron y me llevaron al hospital. Allí la detectaron.No supone un drama. Es una enfermedad llevadera. Si te cuidas la alimentación y llevas unos controles, no tiene ningún impedimento ni limite para la vida y menos en el deporte.
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