En respuesta ante la enorme carga para la salud que representa la diabetes, la comunidad tiene tres alternativas: prevenir la enfermedad, curarla y mejorar la calidad de atención médica para las personas con diabetes con el fin de prevenir complicaciones graves. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. está explorando activamente los tres enfoques.
Tanto los Institutos Nacionales de Salud (NIH) como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) realizan actividades de prevención. Los NIH llevan a cabo estudios de investigación para curar la diabetes tipo 1 y 2, especialmente el tipo 1. Los CDC dirigen la mayor parte de sus programas a garantizar que los avances científicos comprobados sobre la prevención de complicaciones se reflejen en la vida cotidiana de las personas con diabetes. La idea fundamental es que si las investigaciones y avances científicos de importancia no encuentran una aplicación práctica en la vida cotidiana de las personas afectadas por la diabetes, entonces la investigación en sí misma no tiene sentido.
En la actualidad, se están investigando varios enfoques para "curar" la diabetes.
- Trasplantes de páncreas
- Trasplantes de las células de los islotes del páncreas (estas células producen insulina)
- Elaboración de páncreas artificiales
- Manipulación genética (se inserta un gen de insulina humana en las células grasas o de músculos que normalmente no producen insulina, luego se trasplantan estas "seudo" células de islotes en las personas que tienen diabetes tipo 1).
Cada uno de estos enfoques debe superar una serie de obstáculos, como prevenir el rechazo del sistema inmunitario, encontrar un número adecuado de células productoras de insulina, mantener las células con vida, etc. Pero se están logrando avances en cada uno de estos ámbitos.