Diabetes en Verano...

La diabetes en verano puede ser algo más complicada de controlar. Los hábitos cambian y es necesario aplicar algunas pautas.

Probablemente hayas notado que te cuesta controlar un pelín más tus niveles de glucosa en verano, especialmente en aquellos días de más calor. Esto, a lo que a priori cuesta encontrarle una explicación, tiene toda la lógica del mundo, y es que el calor influye en la absorción de la insulina.

¿Cómo? Pues haciendo que los vasos sanguíneos se dilaten absorbiendo así más insulina y provocando, con más frecuencia de la que nos gustaría, hipoglucemias. Nosotros hoy queremos darte unos cuantos consejos que seguro que te ayudan a controlar la diabetes en días tan calurosos como este:

1. Los hábitos cambian y mucho durante las vacaciones. Una persona con un trabajo de oficina, sedentario, que en vacaciones se dedica a practicar senderismo o navegación, no puede basarse en sus pautas anteriores. Por eso, es necesario controlar los niveles de glucosa con más frecuencia, por si hiciera falta cambiar la pauta de insulina. Si eres de los que durante las vacaciones no paras ni un segundo y cada día te animas con una actividad nueva, debes realizarte entre seis y ocho controles diarios.

2. Hidrátate tomando suficientes líquidos, sobre todo agua. Evita las bebidas que tengan azúcares o sean gaseosas y no esperes a que te llegue la sed para beberte un buen vaso de agua. Una deshidratación leve en tu caso puede elevar considerablemente la glucemia, y si en ese momento no tienes suficiente insulina, esto podría conducirte a una descompensación. En el caso de que tu médico te haya restringido la cantidad de líquido que puedes tomar, consúltale qué puedes hacer para combatir el calor.

3. Revisa bien los prospectos de los medicamentos para saber a qué temperatura pueden verse afectados. Protege la insulina del calor y la luz directa del sol. Lo mejor para esto es que la guardes en una neverita portátil, pero que no la pongas directamente sobre el hielo.

4. Si sales de viaje, lleva las medicinas, los instrumentos de medición de la glucemia y las tiras reactivas en el equipaje de mano. Da igual cuál sea el miedo de transporte en el que te muevas, así evitarás pérdidas que podrían poner patas arriba tus preciadas vacaciones.

5. El calor también puede dañar las bombas de insulina. Si usas una, no la dejes desconectada ni expongas los suministros a la luz directa del sol. Además, también debes recordar que el exceso de sudor puede afectar a su funcionamiento (el adhesivo puede despegarse de la piel).

6. Utiliza ropa ligera, de color clarito y que no sea muy ajustada. Complementariamente, ponte protección solar. Así te protegerás de la exposición directa al sol, sobre todo en las horas centrales del día (entre las 11 y las 16 horas).

7. Haz ejercicio en lugares con aire acondicionado, como por ejemplo el gimnasio. Si tú eres de los que solo practicas deporte al aire libre, elige las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, cuando las temperaturas son más frescas.

8. Lleva siempre contigo algo que contenga azúcar por si sufres una hipoglucemia. Esto no es algo exclusivo del verano, así que no te estamos descubriendo nada nuevo, es algo que debes tener en cuenta durante todos los días de tu vida.

9. Revisa bien cada día tus pies para asegurarte de que no tienes alguna herida que pudiese complicarse. Las sandalias y zapatos abiertos están a la orden del día durante el verano, algo que hace más probable que se sufran lesiones en los pies (cortes, ampollas, etc.). . ¡Ah! Y nunca camines descalzo.

10. Cuando tengas intención de tomar alguna copa, trata de ingerir algunos hidratos de carbono o beber alguna bebida azucarada. Es lo que tiene el veranito, que se sale mucho más de noche y se aumenta el consumo de alcohol. No es que las personas con diabetes tengáis prohibido absolutamente su consumo, pero sí es cierto que en vuestro caso existe más riesgo de sufrir hipoglucemias.

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