- Necesidad frecuente de orinar
- Sed excesiva
- Pérdida de peso sin causa conocida
- Hambre excesiva
- Cambios bruscos en la visión
- Hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies
- Cansancio extremo la mayor parte del tiempo
- Piel muy seca
- Llagas que tardan mucho en sanar
- Más infecciones de lo normal
Las náuseas, vómitos o dolores de estómago pueden acompañar algunos de estos síntomas cuando la diabetes insulinodependiente, que ahora se denomina diabetes tipo 1, se manifiesta repentinamente.