Durante todo el embarazo, la ACOG recomienda tener como objetivo lo valores de glucemia capilar de (Recomendación D): Las mujeres con DPrG deben seguir un control bisemanal a lo largo del segundo trimestre para alcanzar la euglucemia deseada ajustando en cada momento el tratamiento a los cambios en las necesidades y resistencia a la insulina que tienen lugar. Este control puede realizarse incluso por teléfono, comunicando al personal sanitario los valores obtenidos en los autocontroles con el glucómetro. Se recomienda la realización de tres glucemias preprandiales diarias más tres postprandiales en días alternos y una determinación nocturna (3 a.m.) si se sospecha hipoglucemia nocturna con hiperglucemia en ayunas reactiva (efecto Somogy). En este caso, habría que reducir la insulina de la cena. Si por el contrario, la hiperglucemia en ayunas no se relaciona con hipoglucemia nocturna (efecto del Alba), habría que aumentar la dosis de insulina de la cena. Una vez ajustada la dosis de insulina los controles se hará una vez a la semana.
El control con glucemias postprandiales (1hora) se ha relacionado con mejores controles glucémicos (media de HbA1c 6,5 vs. 8,1%), menor incidencia de recién nacidos GEG (12 vs. 42%) y menor tasa de cesárea por desproporción céfalo-pélvica (12 vs. 36%). Hay que tener en cuenta que el estricto control de la glucemia puede tener efectos adversos para la madre, como son las hipoglucemias y el empeoramiento de la retinopatía diabética que tuviera. También se debe medir el porcentaje de HbA1c mensualmente y debe ser menor de 5,1% sin hipoglucemias, ya que se ha visto que valores de HbA1c por debajo 1% del límite superior de la normalidad se asocia a tasas de anomalías congénitas y abortos similares a las de la población general. Los tres pilares fundamentales del tratamiento de la diabetes en la gestación son la dieta, el ejercicio y la insulina.
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