A los 13 años y un fuerte dolor de tripa me diagnosticaron diabetes. En su día, estuve bastante tiempo en el hospital y ves de todo. Tengo lagunas, pero eres niño. Cuando me ingresaron decía ¿voy a poder jugar al fútbol? ni que hubiera sido futbolista. Unos cuantos años después tengo la suerte de comerme unos yogures con todo el sabor.
Y yo os digo, no os cuidéis por el físico hacerlo por vosotros. En su día pensé que era una pena. Hoy me siento afortunado. Tener diabetes me obliga a llevar una vida sana y eso me ayuda a mantenerme en forma. Si algo no funciona, cambialo.
Cuidaros y hacer mucho deporte.