jueves, 14 de noviembre de 2019

Khouloud, Aarsal, Bekaa

Cuando a Khouloud, de 13 años, le diagnosticaron diabetes tipo I, su familia quedó totalmente impactada, pues consideraban que es demasiado joven como para estar enferma. Khouloud está inscrita en el programa de monitoreo continuo de glucosa que ofrecemos en nuestras clínicas en Bekaa y en el norte del Líbano para pacientes menores de 15 años con esta enfermedad.
 
“Yo misma controlo mi enfermedad; aprendí a usar el sensor de monitoreo continuo de glucosa, escanearlo regularmente y verificar los resultados. También aprendí a inyectarme insulina por mi cuenta.
 
Me siento empoderada, y definitivamente estoy mucho más aliviada ahora que uso este dispositivo en lugar de pincharme los dedos de 3 a 4 veces al día", dice Khouloud
Su familia, originaria de la ciudad siria de Qusayr, vive en el Líbano desde 2012. La familia lucha económicamente al igual que muchos otros refugiados, y está muy agradecida de que le brindemos a Khouloud un paquete completo de atención gratuita. “Cuando Khouloud enfermó hace cinco meses, el hospital que la admitió nos pidió pruebas adicionales. Tuvimos que pedir dinero a los vecinos y familiares”, explica su madre. "No había forma posible de que hubiéramos podido pagar sus medicamentos e insulina de manera regular. La atención médica disponible para la diabetes es muy cara. Si MSF no ofreciera estos servicios, mi hija no recibiría ningún tratamiento ", agrega.

Las sesiones de educación y sensibilización impartidas en las clínicas han enriquecido el conocimiento de Khouloud sobre la diabetes: ahora sabe cómo controlar su enfermedad, qué alimentos son saludables para ella y cuáles no lo son, pero lo más importante es que pudo conocer a otros niños diabéticos. Ahora sabe que no está sola porque no es la única que sufre esta enfermedad.